Luchas Obreras

El 12 de noviembre, la empresa encargada de la restauración en la EUIPO, decidió despedir a una trabajadora, sin previo aviso y sin causas justificadas.  La prepotencia de SERUNION llegó incluso a no facilitar carta de despido ni pagar los días del mes de noviembre trabajados.

El próximo viernes 22 de noviembre más de 22 organizaciones sindicales, obreras y sociales de la isla de Gran Canaria convocan la décima Marcha Obrera bajo dos ideas fundamentales. La primera reivindicar los 1200€ como salario mínimo interprofesional y 1200€ como pensión mínima. Entendemos que son unas cuantías mínimas para que la clase trabajadora de nuestra tierra, pueda vivir dignamente. La segunda idea fundamental es la reivindicación de tres colectivos de trabajadores que en Canarias ahora mismo ejemplifican en su carne la represión patronal. Las plantillas de helados Kalise, la empresa ARTRA (Naviera Armas) y Ryanair.

 

El 25 de septiembre nace una nueva organización sindical de clase, el CONSEJO SINDICAL OBRERO, algunas personas nos vamos a sentir más cómodos que con las direcciones burocráticas y alejadas de la realidad del mundo laboral actual que tienen los sindicatos existentes. 

Desde las últimas décadas, los y las trabajadoras hemos sufrido el pacto social, también llamado concertación social, que ha supuesto una retahíla de contra-reformas laborales, aumentando la precariedad laboral, así como los pensionazos, que nos empobrecen en una etapa muy vulnerable de nuestras vidas, entre otros aspectos que complican nuestra existencia.

En la mañana de hoy lunes 16 de septiembre finalizaba sin acuerdo la huelga que durante más de 25 días ha mantenido la plantilla de KALISE por la negociación de un convenio digno. En este contexto, hace unas horas los Comités para la Unidad Obrera (CUO) de Gran Canaria hemos conocido el despido arbitrario e injustificado del Presidente del Comité de Empresa y dos miembros más del Comité. Además de la sanción de dos meses de empleo de otros cuatro miembros del Comité de Empresa, 15 días de empleo a otro representante y finalmente la sanción de 7 días de empleo a otras dos trabajadoras y 1 trabajador que no perteneciendo al Comité de Empresa sí habían participado en la huelga.

Esta conducta de la empresa solo puede definirse como una miserable represalia, una venganza contra las cabezas visibles de una huelga que ha parado la fábrica de KALISE en Gran Canaria durante varias semanas. Huelga que ha puesto en entredicho el poder absoluto que creía tener la patronal sobre la vida de sus trabajadores y trabajadoras, y que ha demostrado que es la clase obrera la que hace producir a la fábrica.