UNIVERSIDAD PÚBLICA: CIENCIA Y CARIDAD

En el año 2014 las Universidades Públicas de todo el Estado español ingresaron en sus presupuestos 8.595 millones de €(1). En el mismo período, la Iglesia Católica (IC) recibió de las diferentes Administraciones del Estado, central, autonómicas y locales, un mínimo de 10.219 millones de €(2), más del 1% del PIB, tanto en subvenciones directas como en exenciones y desgravaciones fiscales. Sirva la comparativa como trágica actualización de la dicotomía que nos plantea Picasso en su célebre cuadro de 1897, “Ciencia y Caridad”. La diferencia es que la IC dedica a caridad menos del 20% de esa ingente suma. Una caridad, por otro lado, que necesita de la existencia de clases sociales, de la explotación, la miseria y el desmantelamiento y privatización de servicios públicos. Y en dichos cálculos no se contabiliza, por cierto, la cesión de suelo e instalaciones públicas a Universidades privadas, como en su momento hizo el Ayuntamiento de Sant Joan d’Alacant a la, afortunadamente, fallida Universidad Católica de Alicante.

Sólo entre los años 2010 y 2014, el presupuesto de las Universidades Públicas se redujo en aproximadamente 1.524 millones de €, un recorte del 15,1% (23,8% si añadimos el IPC acumulado). Las reducciones se han centrado en capítulos tan esenciales como personal (cerca de 485 millones menos) o las inversiones (más de 815 millones de recorte). Las consecuencias, evidentes: pérdida de 8.124 empleos de PDI y PAS entre enero de 2012 y enero de 2014, degradación extrema de las condiciones de trabajo y empleo de las/os trabajadoras/es de las plantillas privatizadas (limpieza, conserjería, mantenimiento, servicios informáticos,…), e incapacidad para mantener, reparar o sustituir tanto bienes muebles como inmuebles. El desmantelamiento de la Universidad Pública es, por tanto, estructural en el sentido literal del término.

 

Los ingresos han disminuido en todos los capítulos desde 2010 excepto, ¡vaya sorpresa!, en el correspondiente a “Tasas y Precios Públicos”, pasando de 1.626 millones en 2010 a 1.965 millones en 2014, un incremento del 20,8%. Son 339 millones más que salen directamente de los bolsillos de las/os estudiantes y sus familias, que privatizan la financiación y que, céntimo a céntimo, más aún en un contexto de precariedad laboral generalizada, alejan de la Universidad a las hijas e hijos de la clase trabajadora. Se explica entonces que, rompiendo con la tendencia de años anteriores, el número de alumnos (y probablemente también de créditos) matriculados haya comenzado a descender desde el curso 2012-2013. Comienzan a caer efectivos y, sospechamos, no son las/os hijas/os de los explotadores.

 

Ante las perspectivas que el capitalismo ofrece a nuestra Universidad Pública, a través de las políticas impuestas por la UE y los gobiernos centrales y autonómicos de turno, y frente a sus graves consecuencias para nuestra clase, se nos abre tanto a estudiantes como a trabajadoras/es una dicotomía equivalente a la inicial: luchar o rezar. Si decidimos luchar deberemos hacerlo desde la más estricta unidad entre las/os trabajadoras/es de las Universidades, dejando de lado cualquier tipo de sectarismo sindical y haciendo frente común con el sector más consciente del estudiantado. Los Comités para la Unidad Obrera (CUO) pretenden ser una herramienta para forjar dicha estrategia unitaria y te invitamos a luchar con nosotras/os. Si decidimos rezar, deberemos buscar consejo en alguna de las múltiples sucursales que la IC mantiene abiertas en toda España a cargo del erario público.

 

(1)Federación de Enseñanza de CCOO (2015). Evolución de los Presupuestos de las Universidades Públicas 2010-2014.

(2)Opacidad y Financiación de la Iglesia Católica Española: Informe 2014. Europa Laica: Observatorio del Laicismo y de la Laicidad.