Antes o después la Clase Obrera tendrá claro que la confrontación sindical es un invento de la patronal y del Estado.  A nosotros, como clase, nos unen los mismos intereses, por lo que es inconcebible que exista la disputa sindical que hay en cada empresa, en cada localidad, en todo el territorio del estado español, la mayoría del sindicalismo, que no de los sindicalistas, han entrado al juego del capital, necesitan ganar elecciones, obtener representación para recibir liberados y subvenciones, y no estamos hablando de pocos millones.

Ese es uno de los motivos por los que la unidad sindical es una quimera que nos venden las cúpulas para repartirse entre dos la mayor parte del pastel, como en el futbol el Barça y Madrid y algún año un invitado más pobretón.  En el futbol sólo afecta al orgullo de cada uno, sin embargo, en el sindicalismo nos afecta a la negociación colectiva que ha desaparecido, a nuestros salarios que se han empobrecido, a las pensiones que quieren privatizar, en definitiva, a la disputa con el empresario de los beneficios, que ahora se los quedan todo ellos, porque con la división de la clase obrera nos van ganando por goleada.

En las elecciones sindicales, salvo en las empresas de menos de cincuenta trabajadores donde se elige a la persona, en el resto, es decir en las de más de 50 se elige al Sindicato, y después de manera proporcional según los resultados se conformará el Comité de Empresa, órgano de representación unitario.  En la mayoría de estas empresas el comité no funciona y son los sindicatos quienes asumen la representación. Cuando te peleas para obtener unos mejores resultados, luego es complicado volver a la normalidad, a la lucha unitaria.  Cuando para obtener mejores resultados incluso se pacta con la patronal, luego la lucha en la empresa se complica.   Y así estamos, con una disputa sindical debido al sistema de representación, lo que en muchos casos provoca un enfrentamiento incluso entre la afiliación de cada sindicato.  Si convoca uno, el otro no sigue porque si le sale bien sacará réditos.  

El sistema ha convertido en enemigo a tu compañero/a, al otro, en lugar del Patrón.  Ahora es el buen patrón y los sindicatos pactan con él tus mejoras, sin que tú lo sepas, no vaya a ser que no te guste.

Conforme avanza el Pacto Social y se legitiman gobiernos, ya sean del PP o del PSOE o Progresistas, el Sindicato se llena de liberados y se vacía de militantes, (esas personas que iban al sindicato por sentimiento de clase, sin horas, en su tiempo libre).  Hoy, si alguno se ofrece a trabajar en el sindicalismo burocratizado en su tiempo libre, pensarán “algo querrá” y claro que quiere, quiere mejorar las condiciones de la clase obrera.

Tal como vemos el panorama, consideramos muy complicado la unidad de la clase obrera propiciada por sindicatos que miran sus intereses antes que los de la clase a la que dicen representar, por eso, consideramos URGENTE que con independencia de las siglas en las que cada uno militemos sindicalmente, tengamos un espacio de unión, de trabajo común y solidario, porque si la clase obrera pierde la solidaridad habremos perdido el sentido de clase.

Le llamemos como le llamemos, solo con espacios de trabajo común, iremos avanzando y mejorando.  En la Bahía de Cádiz le llaman confluencia y es un espacio donde distintos sindicatos trabajan de manera conjunta y son protagonistas en las luchas del metal.   En Granada le llaman Asamblea Interprofesional, y se juntan para pelear contra la explotación y ante los abusos de la patronal sobre todo en la hostelería.   

Para otros el punto de encuentro son los CUO (Comités para la Unidad Obrera), allí donde funcionan consiguen resultados en aquellas empresas donde para los grandes sindicatos no es rentable acudir, no hay mucho que sacar y lo dejan en manos de los gabinetes jurídicos.  

Es en esas pequeñas empresas, en aquellas donde estamos más abandonados donde es necesaria la presión ante la impunidad del empresario.  Cuando se le monta una concentración en la puerta, en sitios donde no se lo espera, la respuesta suele ser inmediata.    En la gran empresa, los CUO deben servir como nexo de unión entre las plantillas, si una propuesta es buena para las y los trabajadores da igual que sindicato la haya planteado, vamos todos a una.

Lo dicho, los Comités para la Unidad Obrera están inventados, falta llenarlos de sindicalistas, de trabajadores y trabajadoras que quieran cambiar el actual sistema, que no les importe donde sea el conflicto, su apoyo estará junto a los compañeros y compañeras en lucha, porque si se pierde una lucha la perdemos todos y si la ganamos la ganaremos todos y todas.  Pero si no estuviesen inventados, habría que inventarlos.

Fdo.: Vicente Alcaraz