Las huelgas, como único instrumento de la clase obrera para tratar de conseguir un mejor reparto de la riqueza que generamos merecen el apoyo de las y los trabajadores, pero hay algunas que además necesitan la compresión e impulso de los usuarios. Es el caso de la huelga que están realizando los trabajadores del TRAM desde hace meses, y de la que poca información hay en los medios. No piden dinero, no piden más vacaciones, piden que se cuente con ellos en la elaboración de una ley de seguridad ferroviaria. Y es que parece evidente que quién más sabe de los problemas del TRAM son los que están encima de él todo el día una media de siete horas. Sin embargo, el gobierno progresista de la Generalitat los excluye, y quiere tramitar una ley empeorando aspectos clave de la seguridad. Y que hacen estos nuevos “progres”, en lugar de abrir las puertas a que el Comité opine sobre nuestra seguridad, han bloqueado el convenio colectivo. Tan burda es la cosa que el Partido Popular, se ha ofrecido de mediador. Según tenemos entendido, el Comité de Huelga, le ha dicho que ni olvido ni perdón, ellos fueron los causantes del ERE que despidió a 300 trabajadores, y de los recortes. De momento, todo sigue igual, la huelga continúa los días 4, 8, 9, 15, 16, 18, 22 y 23 de diciembre; 5, 6, 8, 10 12 de enero. La empresa, en lugar de buscar el acuerdo, ha despedido a dos conductores, provocando más tensión en la plantilla. Desde este boletín, queremos mostrar nuestro apoyo y solidaridad con una huelga que nos afecta a todos los usuarios, que se hace también por nosotros, contra un gobierno de progreso que ha olvidado quién le vota y para qué.