Hasta el momento se contabilizan 1.500 despidos por la huelga de las maquiladoras de Matamoros y dos empresas han anunciado el cierre, según ha confesado el Presidente del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index) local, Rolando González Barrón.
Quizá lo peor no haya llegado aún porque la patronal sigue amenazando con más despidos: “Vamos a ver, y ojalá me equivoque, pero si siguen así las cosas, y no hay quien aplique la ley, nosotros veríamos despidos de 20 a 25.000 trabajadores en los próximos tres años, de seguir así, ojalá me equivoque, 1.500 gentes, y no llegamos ni a los 6 meses”, sostuvo González.
El representante de las maquilas justifica los cierres y despidos como consecuencia de que las huelgas no habían sido legales y detalló que los despidos se dieron en 17 empresas del sector automotriz, el más atacado por la huelga, así como el sector electrónico y médico.
Pero las represalias no han desalentado al movimiento obreros de Matamoros, que sigue el ejemplo de los obreros de las maquilas. En algunas empresas de comercio también han comenzado a estallar huelgas con las mismas reivindicaciones de las maquilas, es decir, un aumento salarial de 20 por ciento y un bono anual de 32.000 pesos.
La huelga de las maquilas de Matamoros, junto a la frontera oriental con Estados Unidos, puso en pie a 70.000 trabajadores en lo que ha sido calificado coo la “insurrección obrera” más importante de México de los últimos 70 años.
Comenzó a princicipios de enero y fue un rotundo éxito para los trabajadores, que lograron sus reivindicaciones y acabaron con las mafias sindicales vendidas a la patronal.
La huelga desató en varias ciudades de México una importante campaña de solidaridad con los trabajadores y la más formidable censura y manipulación de internet por parte de los grandes monopolios informáticos y cadenas de noticias.
México en el país más grande del mundo en maquiladoras, que integran a unos tres millones de trabajadores, mujeres en su mayor parte, y generan otros siete millones más de empleos indirectos.
Aparecieron en 1965. El 90 por ciento de ellas están en la frontera con Estados Unidos, donde forman una especie de “zona franca”. No son más que gigantescas estaciones ferroviarias de carga para la exportación.