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Categoría: Luchas Obreras

La clase obrera viene sufriendo recortes tras recortes continuados y desde la crisis del 2008 se han instaurado como normales. Entonces se priorizó salvar bancos y empresas antes que trabajadoras y trabajadores. Desde entonces hemos tenido tres huelgas generales, el 29 de septiembre de 2010 contra la reforma laboral, la reducción salarial y la congelación de las pensiones; el 29 de marzo de 2012 contra la reforma laboral y el 14 de noviembre de 2012 contra los planes de ajuste.

Estas tres huelgas inconexas y sin recorrido, realizadas porque no quedaba más remedio, al no estar trabajadas en cada centro de trabajo no tuvieron resultados positivos para la clase obrera, ganó el capital.

Cuando parece que la situación se empieza a normalizar, nos encontramos con unos partidos que en elecciones nos prometen unas cosas y en el Gobierno nos dicen que o bien no toca o peor, que eso que prometieron es imposible. Pero bueno, a eso las y los trabajadores ya estamos acostumbrados, el PSOE lo viene haciendo desde antes de tocar poder con Felipe González, de entrada No, de entrada SI. Lo que ha cambiado de manera rápida ha sido la actitud de los Sindicatos mayoritarios, o mejor dicho con mayor representación, ya que sólo juegan a la representación, quitándosela a la clase obrera.

Y digo que se ha acelerado, aunque seguramente lleve años en el ADN de las direcciones de éstos sindicatos a los que ya no los calificaré de clase, teniendo en cuenta sólo lo acontecido en los últimos meses.

Subida de las Pensiones. Sin contar con el colectivo que no ha parado de movilizarse durante años, los pensionistas, se firma una subida salarial no ligada al IPC anual como siempre sino a un nuevo sistema basado en medias que consigue rebajar la subida al 2’5 cuando el IPC está por encima del 5’5. Es decir, se pacta perder un 3% y nos lo venden como un gran acuerdo. Pero el tema de las pensiones es más grave, se pacta una reforma sin contar con los que vamos a sufrir las consecuencias, la clase obrera en activo no sabe nada de los cambios, no se realizan asambleas, deciden por nosotros y nosotras, para eso se consideran más representativos.

Huelga del metal en Cádiz. Las trabajadoras y trabajadores del Sector del Metal en Cádiz, junto con la población en general luchan por la dignidad de los puestos de trabajo con huelgas que tiene no solo el respaldo popular en la zona sino en todo el estado. Después de 9 jornadas de huelga, las direcciones de los sindicatos con más representación vuelven a asumir la decisión sin contar con la clase obrera y pactan una subida de un 2% con una cláusula que les garantiza un 80% de la diferencia con el IPC real, es decir, ya se garantizan perder poder adquisitivo, además de no afectar a la gran cantidad de eventualidad que tiene el sector. Y lo hacen a espaldas de todas las organizaciones que apoyaron la huelga.

Huelga del Metal en Alicante. Después de 2 jornadas de huelga y un seguimiento importante, se firma en el Tribunal de Arbitraje laboral una subida del 2% y un 0’7 si el IPC supera esa cifra junto con la desconvocatoria de la huelga. La firma se realiza por 2 representantes de CCOO y otros 2 de UGT a los que no se les aplica el Convenio. Qué fácil es pactar la rebaja salarial de los demás.

Huelga de Limpieza de Castellón. Después de 7 jornadas de huelga, se paraliza la huelga a pesar de las reclamaciones de las trabajadoras que están en la puerta del lugar de negociación o traición. Las limpiadoras pedían explicaciones y gritaban LA HUELGA NO SE QUITA, LA HUELGA NO SE QUITA y el representante sindical decía que eso era así y ya está. Ellos son más listos que las personas que hacen la huelga y saben cuáles son sus necesidades.

Ayuda a domicilio de Madrid. Las trabajadoras exigen a esos sindicatos más representativos que realicen una asamblea para poder expresar sus dudas antes de la firma ya que no lo hicieron cuando se alcanzó el preacuerdo. Otra vez piensan por nosotras y nosotros.

Estos son algunos ejemplos, pero por desgracia se está generalizando el PACTO por encima de la negociación, la información, la participación, la lucha y el acuerdo, hoy el pacto es lo importante, porque el número de delegadas y delegados es lo importante y eso creen que lo tienen garantizado con su paz laboral a costa de derechos.

Esta situación de indefensión de la mayoría de la clase obrera al ser complicado encontrar algo alternativo a ese tipo de sindicato que piensa por nosotras y nosotros hace más importante si cabe la necesidad de los COMITÉS DE UNIDAD OBRERA, que sin ser un sindicato trata de unir a la clase obrera con independencia de su afiliación sindical, apostamos porque sean las asambleas quienes decidan su futuro, que no nos venga impuesto, que las asambleas no sean informativas sino participativas.  

Será difícil recuperar el sindicalismo de clase porque el actual, el de representación sin anclaje a las bases, si algo tiene es que sabe usar los medios, la palabra, sabe decirnos lo que queremos escuchar y luego no tiene rubor en hacer y firmar lo que considera.  Hemos de tomar en nuestras manos, uno a uno, una a una, como colectivo nuestros destinos, participando en cada decisión que nos afecte. Porque con el sindicalismo representativo tenemos que quitarnos la venda y valorar lo que hacen y no lo que dicen. De otro modo, seguiremos perdiendo derechos, y nos dirán que han gritado y golpeado mucho en las mesas de negociación.

CUO L'Alacanti