Al margen de Elecciones políticas, puentes o fiestas patronales, la clase obrera tiene motivos más que sobrados para salir a la calle cada 1o de Mayo. Somos quienes con nuestra fuerza de trabajo, a veces, incluso con nuestra vida, hacemos que las cosas funcionen, y a pesar de ello, somos los y las que sufrimos las presiones de sus crisis, que sirven para bajarnos el salario y destruir empleos con derechos metiendo el miedo en el cuerpo, como han hecho en todas sus crisis.

 Nos dicen que estamos recuperándonos, pero hablan para ellos, de sus cuentas de resultados. Los ERES, los despidos, las bajadas de condiciones salariales, el cambio de empleo fijo por el empleo precario, … son moneda habitual en cada centro de trabajo.

 En el año 2010 con el gobierno del PSOE y en el 2012 con el del PP se aprobaron dos reformas laborales a la medida de los empresarios, que siguen aplicando: reducción de la indemnización por despido improcedente, despido objetivo con sólo argumentar caída de beneficios, utilización de las prácticas como trabajo gratuito, ERES sin autorización de la Autoridad Laboral, despido en la Administración pública...

 Pero, además, rompieron la NEGOCIACIÓN COLECTIVA, al introducir la modificación de la jornada, turno o retribuciones de forma unilateral, y cargarse los convenios colectivos al permitir que prevalezca el convenio de empresa frente al de sector, lo que a la larga baja las condiciones de todas y todos los trabajadores.

 La mayoría de los y las trabajadoras se ocupan en el sector servicios. Nos quieren para servir ya sea en bares, hoteles, comercio o a personas mayores, donde cada día hay menos empresas del sector industrial, y hasta en los servicios quieren que seamos nuestros propios empleadores: a modo de “emprendedores” para no pagarnos ya ni el despido. El paro se ceba con la juventud, con las mujeres y con las personas de entre 25 y 44 años, pero superada esa edad, ya no hay vuelta atrás, los empresarios ya no nos quieren: cada vez más hombres y mujeres paradas sin futuro. ¿Qué pensiones nos esperan?

 No hay problema para seguir subvencionando el fútbol, la iglesia, las empresas, la banca, o la monarquía. No hay tope para los gastos militares, que pretenden doblar en 5 años, no hay problema ni restricción en los gastos para reprimir las luchas obreras.

Pero, según la patronal, ¡todo se pone en peligro por la subida del salario mínimo o el gasto en pensiones!

 Para luchar contra la precariedad en el empleo, la bajada de las condiciones laborales, a favor de la negociación colectiva y por la retirada inmediata de las reformas laborales, ¡te esperamos en el bloque de los Comités para la Unidad Obrera el próximo 1º de mayo!

¡1º de mayo revolucionario: luchamos para vencer!